Estamos a miércoles día 22 de abril, lo que significa que ha pasado más de un mes desde que se decretara el estado de alarma y comenzara nuestro “confinamiento”. ¿Recuerdas cómo fue tu primera semana? Nosotros sí, la tengo muy nítida en mi cabeza: sensaciones y emociones contrapuestas, negación, ganas de “parar” interpretada como señal de lo que estaba pasando (esto ha sucedido por algo) al mismo tiempo que “hacer” (aprovechar) para ser lo más productivos posibles y estar preparados para la vuelta al cole, ¿te suena?
En tu cabeza te cuentas lo que te quieres contar. La vuelta al cole no viene. Esto va para largo. El tener “tiempo” para mí y hacer todo lo que antes no podía hacer deja de tener gracia. Desesperas, te instalas en la queja y la negatividad con todo el derecho y el permiso para hacerlo. Tengo una mentalidad que tiende a se positivo. De los que ve el vaso medio lleno. Aunque como dice Alfonso Alcántara, no se trata de si eres de los que ve el vaso medio lleno o medio vacío, sino de “qué vas a hacer para llenarlo”. Tener una mentalidad positiva ayuda pero para ello tenemos que ver las diferentes etapas y emociones asociadas a las que nos vamos a enfrentar. Tan poco “inteligente” es ser extremadamente positivo como extremadamente negativo. Tienes que hacerte buenas preguntas para que te lleven a buenas respuestas y así poder explorar los diferentes escenarios. Es un tema muy serio como para andar con reduccionismos e ideas simplistas.
Si transformamos esta curva del cambio adaptada de John Fisher en 6 de sus etapas sería algo así:
- Felicidad: Cada uno/a anda en lo suyo, en su zona de certidumbre, de seguridad, con una rutina cartesiana y con un plan establecido a nivel personal y profesional. Es cierto que hay una especie de “llamada”, se habla de que hay un virus en China”, pero somos tan sumamente incrédulos que no le hacemos ni caso.
- Al ser incrédulos pasamos a la etapa de Negación, como pasa en los duelos cuando pierdes a un ser querido. Aquí es cuando te vienen esos pensamientos y analogías del tipo: “esto es lo mismo que cuando pasó lo del ebola, parecía que … y luego nada”; “ … esto es similar a la gripe aviar, que como siempre se beneficiaron los que se beneficiaron y luego nada …” “ Está lejos, a Europa no llega …” “ Está en Italia, pero seguro que algún aprendizaje sacamos y aquí no llega” … Hasta que al final te das cuenta de que te puede afectar, de que ya es una realidad y de que ha fallecido más de una persona que tú conoces. Se mezclan sentimientos de ira, de rabia, de impotencia en lo que buscamos fuera a los culpables: la globalización, el gobierno, los recortes, los eventos, lo que se tendría que haber hecho y no se hizo.
- Ahora viene el Miedo como emoción profunda y paralizante. En palabras de Pilar Jericó existen dos tipos de miedo: el miedo sano, el que se manifiesta desde la prudencia, el que nos llama a protegernos y quedarnos en casa; y el miedo tóxico, el que me quita el sueño, el que hace que asaltes la nevera y compres compulsivamente. Es en este momento donde te das cuenta de que te puede afectar, de que ya es una realidad y de que ha fallecido más de una persona que tú conoces. De que se ha destruido empleo y talento y que esas estadísticas tienen nombre y apellidos en tu entorno. El miedo es la etapa por la que tenemos que transitar e “instalarnos” el mínimo tiempo posible, ya que si no la gestionas adecuadamente puede ser más mortal que el propio coronavirus.
- Has resistido, has visto amenazas, has sentido rabia y desilusión. Llegamos a la siguiente parada: La Aceptación. Al principio pensabas que esto no iba contigo, que no te iba a pasar, como si tú fueras de otro planeta. Te puedes hacer dos preguntas: ¿por qué me iba a pasar a mí?; ¿ Y por qué no? Esta bien tener esa mentalidad positiva siempre que no neguemos y naveguemos por las diferentes fases. Es importante que conectemos con nuestra tristeza y vulnerabilidad.
- Y aunque las fases no son lineales ahora llegaríamos a un nuevo destino: la creación de nuevos hábitos y la confianza en nosotros mismos. Es momento de estar abierto al aprendizaje o como dice Juan Carlos Cubeiro, momentos de learnability, de aprendizaje rápido, continuo y adaptado a la situación. Es momento de centrarse en ver qué puedes sacar de esto, cuál ha sido tu aprendizaje en las diferentes áreas de tu vida: personal, profesional, espiritual, formacional, financiera …
Aún no hemos llegado a la etapa final, esa etapa en la que el COVID-19 ha pasado y volvemos a lo que hasta ahora entendíamos por normalidad: viajar desenfrenadamente, comer rápido, horarios extensos y conciliación familiar escasa (ahora “sobrefamiliados”) Nada volverá a ser como antes para lo mejor y para lo peor. Todo va a depender de lo que hayas aprendido, de si has estado en el “ser” o en el “hacer”, de cómo has transitado tus emociones, de qué te han advertido, de hacia dónde has mirado …
Te deseamos mucho ánimo en esta nueva era MegaVUCA
Toni Cátedra / Marta Foix
Psicólogo, Coach Ejecutivo y Formador