«El egoísmo no consiste en vivir como nos parece, sino en exigir que los demás vivan como nos parece a nosotros.»
Oscar Wilde
Aprovechando una de las frases célebres de Oscar Wilde, nos hace entrar en qué obstáculos aparecen en la comunicación, especialmente en las parejas, y que acaba siendo uno de los motivos de consulta en terapia, sea como demanda inicial, o después, cuando sale sobre la marcha.
A todos nos parece que hablamos mucho con nuestras parejas, pero lo cierto es que la sensación que nos queda no siempre es positiva.
Con el tiempo, y la confianza de la relación, establecemos un patrón que sobrepasa los límites del respeto al otro, y no somos conscientes que hay cosas que perjudican el buen estar.
Consejos para ser más estratégicos cuando comunicamos
Algunos tips que nos pueden ayudar a ser más estratégicos cuando comunicamos:
- Expresar de manera clara, concisa y concreta: la información difusa, ambigua, da más pie a malentendidos y suposiciones. No esperemos que el otro adivine lo que queremos, porque ya nos conoce,ya lo sabe,…Para avanzar y que consigamos un ambiente positivo de comunicación, expresamos lo que nos gustaría lo que ha ocurrido, sin rodeos.
- Lo que a nosotros no nos gusta que nos hagan, tampoco lo practiquemos en el otro. Conversar no es evaluar, criticar, ni juzgar. Eso es invadir el espacio del otro. Si el otro se siente evaluado se distancia, se aísla, no conectamos, ya que creamos rechazo. Puedo expresarme sin juzgar al otro, respetando que lo puede hacer a su manera. Lo más importante es el resultado final, el objetivo. El proceso hemos de entender que cada uno lo realiza de manera diferente. Eso se llama respeto, y eso significa amor.
- El rol de pareja no implica que estemos inmersos en otros roles: tan malo es no hacer nada, como asumir demasiadas responsabilidades. Si nos extralimitarse, nos cargaremos mental y físicamente, y aparecerá el sentimiento de ´ tú me debes ……¨ o el de ´con todo lo que he hecho por ti´. Digámonos a nosotros mismos; yo soy tu pareja, y voy a actuar en coherencia con este rol, sin asumir otras funciones. Cuando le retraemos cosas al otro, es porque creemos que hemos hecho mucho por él, y se lo tenemos que decir. Para ahorrarnos esa situación, no hagamos más de lo que nos toca.
- Agradecer al otro lo que hace, sea algo rutinario, o novedoso.Conocer mucho al otro, o llevar mucho tiempo juntos no significa que demos todo por hecho y no lo valoremos. La relación hay que cuidarla día a día, y no pensar que siempre va a estar allí. Igual que podemos cuidar nuestro trabajo, nuestros amigos, los hobbies que tenemos, también la relación de pareja hay que reconocer y agradecer. Dar las gracias es una manera de reencontrarnos y conectarnos.
- Empatizar con el otro y reconocer lo que hace, aunque sea de diferente manera a como lo haría yo. Si pienso que algo se podría haber hecho mejor, y así lo digo, sin valorar inicialmente, estoy usando la crítica gratuita, y echa a perder el momento positivo de una situación de pareja, donde yo he puesto la mejor intención. Pensemos si esta frase, algo peyorativa, está dentro de mi repertorio: ´Sí, está bien, pero no es suficiente, podrías haberlo hecho mejor´.
- No dar al otro lo que necesita, sino lo que quiere. Siempre que hacemos algo por mi pareja lo hago con mi mejor intención, o eso es lo que acostumbramos a decirnos. Pero, ¿ pienso en lo que quiero yo, o lo que quiere la otra persona? No pongamos el foco en lo que él necesita, según mis criterios, sino en lo que quiere. Y si no lo sé, lo pregunto. A falta de información, pregunto para conseguir una respuesta. Algo tan básico y esencial que hemos ido perdiendo con el tiempo.
- Enfocar cualquier conversación como un avance, para el logro de un objetivo, no para tener razón, o para decir que estás equivocado. Estas formas de conversar llevarán seguro a la discusión, porque no avanzaremos, y nos desgasta. Piensa que utilidad tiene querer tener la razón. Las situaciones de defender mi punto de vista solo por tener la razón suponen anular al otro, o al menos, darle poca importancia a su visión/ opinión. Cuando dialogamos, lo importante no es ganar haciendo perder al otro, sino vencer juntos. Estar en pareja no es una competición, ni una comparación constante, sino un trabajo en equipo. No olvidemos que el objetivo final en cualquier situación, actividad, …es conjunto.
- Antes que afirmar sentenciar,o evaluar, mejor preguntar. Así lo confirmaremos, y consensuamos que estamos en el mismo punto. Cuando pregunto a mi pareja demuestro interés por él, le doy importancia,, lo escucho, y me importa su opinión. Es como crear pequeñas alianzas, avanzar paso a paso, para construir, y no para destruir.
- Centrarnos en la tarea, actividad, suceso, y no en la persona. No es lo mismo que me focalice en algo que has hecho que no me ha gustado, que diga que tú lo haces mal. La sensación de rechazo es superior cuando siento que van a por mi, que yo soy patoso, desordenado, despistado. Si me centro en la tarea, es más fácil que esté receptivo a escuchar y contemplar otras maneras de hacerlo.
- Para ser realistas y describir las cosas como son, huyamos de lo que generaliza; ´ Siempre lo haces así, ´,́Nunca ordenas la casa´, ´Soy la única que hace algo´. Los términos absolutos se ven como inamovibles y rígidos. Aunque haya algo de verdad en el contenido, si somos más precisos y menos ambiguos nos ayudará a reconducir la situación. ´Vi que ayer no recogiste la cocina´. Aquí hay más opción de cambio, y de posible mejora, porqué es algo concreto y real.
