Ayer tuve la suerte de poder asistir aL Workshop Innovación que realizó Adecco en el espacio Ailaic, en Barcelona. Para este taller contaron con la experiencia de los artistas Miqui Puig y Marc Botey. Espacio polivalente y agradable, con un número reducido de asistentes, fomentando así la cercanía, la proximidad y la participación.
Durante la presentación se hizo eco de las competencias más demandadas de las personas que componen las diferentes compañías, según estudios recientes: empatía, integridad y creatividad. El formato de la actividad se realizó de una forma muy lineal, con canciones de Miqui Puig en solitario y alguna perteneciente a su etapa como líder de “Los Sencillos”. Este inicio permitió romper el hielo y dar lugar a que nos hablaran del proceso creativo de una canción, de cómo nace, de las musas buenas y las musas malas, de los obstáculos que van surgiendo por el camino, y de cómo durante toda esta larga trayectoria musical (cantante, productor, jurado de televisión, mentor de grupos musicales … ) han tenido que reinventarse , innovar y ser creativos de forma constante para poder seguir viviendo del sueño de la música, la que hoy en día sigue siendo la pasión de ambos.
Si tuviera que resumir los puntos más importantes de los que dieron testimonio durante la jornada diría que:
- Fue latente que tanto Marc como Miqui contaban con las tres competencias.
- De las tres competencias, empatía e integridad tienen un peso mayor que la creatividad. Durante el taller pusieron varios ejemplos de cada una de ellas. De la empatía, en el ámbito de la música o de cualquier otro tipo de empresa, es de perogrullo que si no tienes esta competencia, necesitas trabajarla. Marc Botey contaba la importancia de la observar a tu público, antes y durante tu actuación. Y no solo de tu empatía hacia el público, sino “intraequipo”. De la integridad Miqui Puig relataba la importancia, para él, de ser íntegro y las consecuencias que ello supone. El hecho de mantenerte fiel a tus principios a dónde te acerca y de qué te aleja. Y de la creatividad, ambos pusieron de manifiesto diversos ejemplos dónde un estribillo, una secuencia de vocales en el momento oportuno, una ocurrencia a tiempo, generaban un “click” que hacían de una canción un “hit”.
- Hablaron del “tándem”, el buen trabajo en equipo que es más que la suma de sus partes y fomenta la creatividad, de cómo uno suple las “carencias” del otro. Exponían ejemplos muy gráficos en los que dejaban ver que rol ocupaba cada uno dentro del equipo (duo) y cómo era su desempeño: el generador de ideas y el coordinador ordenado.
- Se habló de humildad, entendida como ese autoconocimiento que te permite conocer hasta dónde llegas y en qué necesitas ayuda. Es un ejercicio maduro, introspectivo, de huída de egos, de dejar hablar en primera persona. Como dice Juan Carlos Cubeiro, la época del “llanero solitario” ya es un concepto trasnochado.
- También se habló del miedo, de lo que te paraliza y de cómo vencerlo, de esos sistemas como son la familia y los amigos, quienes nos ayudan a darnos cuenta de que hay que actuar y hacer cosas diferentes. Expresaban como estos altibajos que te encuentras durante una larga trayectoria dan pie a nuevas formas de hacer, más creativas y diferentes.
- La adaptación como parte de ese proceso creativo. Tanto Marc Botey como Miqui Puig han sido testigos de las transformaciones constantes en el mundo de la música. De los cambios internos de una formación, ya que cada miembro tiene unas expectativas ( personales) a cubrir, y de los cambios externos: vinilos, digitalizaciones, mp3, Itunes, la manera y necesidad de concebir la música en nuestra realidad inmediata. Una adaptación siempre congruente y sostenible con un objetivo final: seguir viviendo por y para la música.
- Por último, se hizo una reflexión a lo que son los modelos de preferencias y competencias. Una cosa es lo que me gusta ( cantar ) y, además, para lo que también sirvo ( hacer televisión en el caso de Miqui Puig, etc …). En los procesos de Coaching se trabajan en profundidad la alineación de estas dos variables ( siempre y cuando el proceso lo requiera)
Y por apuntar algo más en torno a la creatividad, hay dos muy buenos libros que me descubrió Judit Murlans: «El pensamiento lateral, de Edward de Bono»; y «ThinkerToys», de Michael Michalko. Lo que me llevo de esta jornada, además de lo expuesto, es que todos podemos ser creativos, siempre que sientas la motivación y pasión suficientes, si nos atrevemos y nos permitimos errar, si arriesgamos, confiamos y desaprendemos, sin creencias negativas y sin prejuicios.
Gracias a Adecco por fomentar este tipo de encuentros y a la generosidad de Miqui Puig y Marc Botey, ya que su trayectoria nos demuestra que pese a las vicisitudes uno puede vivir de lo que le apasiona con: perseverancia, empatía, integridad y creatividad.
Y a propósito, ¿ has pensado cual es la banda sonora de tu vida?
Toni Cátedra
Coach Ejecutivo