Acabamos de empezar el 2021 y es por ello que nos gustaría hacer referencia a este 2020 que T-O-D-X-S recordaremos el resto de nuestra vida. Y para empezar te planteo la siguiente pregunta (si, si, te lo digo a ti): aparte de quejarte durante todo el año ¿qué más ha hecho? ¿qué has aprendido en todos estos meses? Se que la pregunta puede molestarte pero es bueno que no demoremos esa conversación con nosotros mismos para empezar el año dispuestos a “hacer lo que hay que hacer” para “convertirnos en quien queremos ser”.
Pues bien, te voy a comentar mis aprendizajes y ya me dirás si, en cierta medida, te ves reflejado de alguna u otra manera en ellos:
- “Esto también pasará”. Solo empezar ese fatídico “marzo pandémico” y estar unos días secuestrado por la amígdala me apunté al curso (ni que decir tiene que no fue presencial) de Sergio Fernández (pensamiento positivo): “Vivir con abundancia”. Uno de esos mantras era “esto también pasará” y es una frase que me aplico a día de hoy tanto cuando las cosas van como pretendo que vayan como cuando no van como me gustaría. Disfruta de esos momentos mágicos porque también pasarán!
- Primero lo primero. Me ha permitido revisar o revisitar mis valores. Darme cuenta de qué es importante para mi. Y en muchas ocasiones eres mucha más consciente de ello cuando te encuentras privado de esos espacios, tiempos, personas, momentos, estímulos …
- Rodéate de buenas personas. Y aunque en esos momentos no abundaban las tónicas es muy importante sentirte acompañado. Y fíjate que digo sentirte, no “estar acompañado”.Ha sido muy importante para mi estar vinculado a mi familia, a mis amigos (sin excepción: laborales, lúdicos, …) y a mi trabajo y tenemos mucha suerte de cómo nos ha facilitado todo esto la tecnología. Como curiosidad he iniciado este párrafo diciendo “rodéate de personas” y añadiría: animales. Nuestra perra Nuka ha sido un pilar durante estos meses y una válvula de escape para conectar con el exterior.
- Reconoce tus emociones. Te planteo algunas preguntas: ¿Cuál era la emoción predominante cuando te levantabas? ¿Has sentido ira, rabia, decepción, alegría, tristeza, miedo, enfado, pánico…? ¿dónde las has sentido, en qué parte del cuerpo? Yo creo que nunca he sentido emociones tan dispares como en los primeros momentos de la pandemia, todo y que no debemos olvidar que seguimos arrastrando durante mucho tiempo esta situación de incertidumbre permanente que en un momento dado se cobra su factura.
- Nunca dejes de formarte. Me he formado con Sergio Fernández, con Josepe García (Manual de supervivencia emocional), con Jurgen Klaric, en metodologías ágiles con HR Institut …y un montón de libros que me han acompañado durante horas. Me encantan las conversaciones en silencio.
- Hay cosas que dependen exclusivamente de ti. Tendemos a centrarnos en lo que nos preocupa, en los “ y si …”, en los “es que …”. Y lo se porque yo no he estado exento de ello. La mejor manera de huir de eso es ponerte manos a la obra con la primera acción, el primer paso, y eso siempre te lleva a hacer algo que depende exclusivamente de ti.
- No te infoxiques. Hace mucho tiempo que sesgo el tipo de noticias que veo y los canales por los cuales accedo a ellas. De la misma manera selecciono las fuentes (personas) que dan la información y su imparcialidad en la medida de lo posible e independientemente de eso me expongo lo mínimo a ellas. ¿Tu te has dado cuenta de cómo cambian tus pensamientos y estados de ánimo cuando escuchas ciertas tertulias o espectáculos televisivos?
- Haz planes. Llámale planes, llámale objetivos … pero ten en mente aquello que quieres conseguir independientemente del contexto. Cuando haces planes tienes enfoque. Cuando haces planes puedes romperlos. Y cuando haces planes puedes medir para mejorar y cambiar aquello que te acercó o alejó del objetivo. Pasa con los planes como con la planificación del tiempo: el impacto de salirte de lo establecido es mucho menor si previamente has planificado a conciencia. Y cuando consigas tu objetivo ¡celébralo!
- Agradece, agradece y agradece. En muchas ocasiones olvidamos lo que tenemos: salud, una familia que te “aguanta”, una “cueva” en la que pasar la noche, un reconocimiento, el feedback de un amigo/a, … hay tantas cosas! Cuando agradeces te alejas de la queja y hasta tu corporalidad cambia!
Y como viene siendo habitual, te dejo este tema de Niños Mutantes: Náufragos. Ahora que lo veo me doy cuenta de cuanto echo de menos ir a un concierto ¿Y tu?