Empleo, Empresa, Equipos

🎶Mi novio es un zombie, es un muerto viviente…🎶

Absentimo laboral

¿Te suena es canción de Alaska y/o Fangoria? Pues es lo primero que me ha venido a la cabeza para hablar de absentismo. Absentismo con matices. Absentismo con variantes, como las cepas de los virus.

Las empresas están repletas de zombies, de muertos en vida. Y no me digas que estoy exagerando. La tasa de absentismo laboral en España ha mostrado variaciones en los últimos trimestres de 2024. Según el «IX Informe trimestral absentismo y siniestralidad laboral» de Adecco, en el segundo trimestre de 2024, la tasa de absentismo se situó en el 6,9%, lo que representa un aumento de 0,2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año anterior.

Pero es que, además, tenemos a Noel (por darle un toque francés, unisex y navideño). Noel puedes ser tu. O tu vecino del 4º. O el del departamento de I+D.

Noel se levanta al tercer timbre de despertador. Le cuesta poner un pie en el suelo frío de su habitación. Si no fuera por la hipoteca y el tinglado de vida que se ha montado no iría a trabajar o, mejor dicho, no iría a ese trabajo. Tiene sentimientos de abandono, de que es invisible, de que no tiene por qué esforzarse porque nadie aprecia lo que hace. De hecho, a veces piensa que si no fuera a trabajar, nadie lo notaría.

Está enchufado como a una máquina de respiración artificial, sin energía, en piloto automático. Sobreviviendo. Saluda a las personas por los pasillos fingiendo una sonrisa de cortesía mientras piensa: “ojalá pudiera estar ahora en cualquier lugar menos aquí”; “solo quiero que sean las 17.00 horas e irme a casa” “otro día más hasta que llegue el puente de San Benito”. Siente que no encaja y fantasea con vías de escape que no llegan mientras mira películas en Netflix para esconder y no hablar de aquello que le atormenta.

¿Te sientes reconocido/a? Pues a esto le podríamos llamar absentismo emocional. Pones tu cara educada y tu cuerpo en el lugar de trabajo, pero tu alma está en otro sitio. ¿Y hay mucha gente así? Sí. Mucha gente. Mira las estadísticas.

Según estudios globales, entre el 60% y el 80% de los empleados reportan sentirse «no comprometidos» o «desconectados emocionalmente» de su trabajo, dependiendo del sector y región. En España, algunas encuestas muestran que hasta el 70% de los empleados puede sentirse poco involucrado emocionalmente en su labor.

Y como seguro que Noel te ha dejado preocupado, te estarás preguntando ¿Qué ha llevado a Noel a este punto?

Pueden ser muchas cosas, cada persona es un mundo, pero entre estas causas encontramos:

  1. Agotamiento emocional. Ya sabes que existe el estrés, y está el bueno (eustrés) y está el malo (distrés) con el que no podemos lidiar porque es acumulado, prolongado y sostenido en el tiempo haciendo que sobrepase nuestra capacidad adaptativa de solucionar problemas y afrontarlos. Puede ser un tema de largas jornadas, como de falta de recursos, reconocimiento y apoyo, incrementando la sensación de fatiga, cansancio y apatía hacia el trabajo que realizamos.
  • Puede darse porque falta un propósito, un significado y un para qué. No hay nada como tener un para qué. Disfrutar con lo que se hace y no darte ni siquiera cuenta de que ha pasado el tiempo (me pasa cuando hago surf, escribo, doy formaciones, charlas …). Si sientes que tu trabajo no aporta valor, las metas no están muy claras, la tarea es repetitiva y rutinaria quizás empiezas a desconectarte.
  • ¿Influye el liderazgo que están ejerciendo sobre Noel? Claro, puede influir, es una variable más. Quizás su responsable lo ha tenido menospreciado, arrinconado, le ha hecho mobbing, no le da ningún tipo de feedback y es lo que hace que tenga la sensación de ser ninguneado y poco escuchado.
  • El ambiente laboral. ¿es el campo de abono en el que le gustaría crecer? Pues a lo mejor no es el ambiente que le gustaría a Noel. Quizás existen conflictos no resueltos derivados de roles y límites no claros, un exceso de competitividad, un ambiente en el que el error no está permitido, o tu opinión no debe ser verbalizada… Todo esto puede generar ansiedad, esa evitación de interacciones que comentábamos antes y ganas de desaparecer.
  • Ah! Y además, Noel tiene dos hijos, de 7 y 3 años. Hace largas horas de trabajo, a unos 70 quilómetros de su casa, ha pedido un traslado que no acaba de llegar a una planta más cercana con turno intensivo y siempre en el mismo horario. ¿Puede ser que se sienta irritado e irascible? Puede. Y además es consciente de que en ese punto en el que está en el trabajo también viene derivado de cómo le están yendo las cosas en su casa.
  • ¿Y puede ser que Noel haya tocado techo? Puede ser que tenga la sensación de estar estancado, de no poder aprender más, de llevar demasiado tiempo en el mismo puesto y de que no acaba de llegar ese ascenso que lo cambiaría todo (según su mapa mental, claro).

Estarás pensando: no sigas.

Suficiente.

Me hago la idea. Pero, pero, pero. ¿Quieres saber si te estás convirtiendo en Noel?

Pues chequéate en estas preguntas de forma sincera del 1 al 10.

  1. Últimamente siento que no tengo interés en involucrarme emocionalmente en los proyectos o tareas de mi trabajo.
  2. Siento que evito establecer conexiones profundas con mis compañeros de trabajo o líderes.
  3. Tengo la sensación de estar «en piloto automático» en el trabajo, haciendo lo mínimo necesario sin pasión o energía.
  4. Experimento una desconexión emocional o falta de empatía hacia los problemas o logros en mi entorno laboral.
  5. Percibo que mi trabajo no tiene sentido o no encuentro motivación para dar lo mejor de mí.
  6. Siento que me estoy distanciando emocionalmente de los valores o la misión de mi organización.
  7. Creo que mi bienestar emocional no está siendo priorizado, ni por mí ni por la organización en la que trabajo.

Todo problema tiene…

Una solución

Que empieza con una acción

Si te sientes identificado, ves que el problema empieza a hacerse bola y necesitas ayuda externa más allá de tu círculo relacional, contacta con un profesional. Y recuerda que todo lo que te pasa no son solo por causas externas: el responsable, el horario, las tareas… Busca en tu locus interno, en aquello que depende de ti para cambiar la situación.

Toni Cátedra

PD1: Como ya vas viendo en los últimos posts, cuéntate verdad. Aquí tienes el solucionario a tus puntuaciones.

  • 7-20 puntos: Baja probabilidad de absentismo emocional.
  • 21-40 puntos: Indicios moderados; reflexiona sobre tus emociones en el trabajo.
  • 41-70 puntos: Alta probabilidad de absentismo emocional; considera buscar apoyo o tomar medidas para reconectar.

PD2: Y este libro te puede ser de ayuda. Es mi libro. Baja inversión con grandes resultados.  Aquí, ni arriba ni abajo, aquí.

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